Jaime Walter director del Museo Coconut

lunes, 26 de diciembre de 2011

Como desarrollar la creatividad artística

Os dejo un enlace a un articulo muy interesante sobre como desarrollar la creatividad creado por Alberto Fernandez de la Oca.

Resumen

La temática del siguiente trabajo investigativo es la creatividad artística y la necesidad de que los docentes de secundaria básica estén preparados para desarrollarla en las clases de Educación Plástica, ya que el profesor es la célula básica del proceso de enseñanza-aprendizaje. Un profesor que no sea creativo no es capaz de promover, ni de estimular la creatividad en los estudiantes.

Fue realizado un estudio diagnóstico del objeto de investigación en su etapa inicial, a partir de la aplicación de variados métodos y técnicas de investigación.

Se aborda sobre la creatividad artística en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Educación Artística de lo que se deriva una estrategia metodológica para estimular su desarrollo en las clases de Educación Plástica.


http://www.monografias.com/trabajos55/creatividad-en-arte/creatividad-en-arte.shtml

La salud mental de los profesores

Adjunto este interesante texto de Valentin Martinez-Otero para reflexionar sobre los peligros de ejercer esta profesión.





Las condiciones laborales de los profesores centran, en la actualidad, la atención de la comunidad educativa y de los profesionales de la salud mental. Incluso en la sociedad hay cierta inquietud por el estado psicológico de los docentes, acaso provocada por algunos lamentables sucesos recogidos por los medios de comunicación.





En el ámbito escolar se han extendido los problemas de estrés, ansiedad y depresión que se traducen frecuentemente en bajas laborales. Estos trastornos no son exclusivos de los profesores. La prisa, la competitividad y los cambios vertiginosos amenazan el equilibrio de muchos trabajadores. Etimológicamente el término ‘trabajo’ se deriva del latín tripalium (tres palos), un instrumento de tortura constituido por tres maderos cruzados a los que era atado el reo para azotarlo. La raíz de la palabra nos recuerda la presencia en el trabajo de un componente de esfuerzo y dolor, que necesariamente nos lleva a reflexionar si el sufrimiento es la vertiente dominante en la labor educadora actual.





En primer lugar, hay que decir que el profesorado constituye un grupo muy heterogéneo. Con todo, sí hay algunas notas comunes a todo el colectivo, entre las que salta a la vista el trato con personas. Aun cuando la relación con los alumnos es uno de los aspectos potencialmente más gratificantes, lo cierto es que en un número significativo de casos esta comunicación está presidida por la tensión, ya sea por indisciplina de los escolares, ya porque el docente carece de habilidades sociales, etc. Por otra parte, la actividad educativa está saturada de responsabilidades. Es frecuente que el profesor se mantenga hipervigilante durante varias horas al día y que asuma funciones policiales y parentales que le abocan al agotamiento profesional. La sobrecarga de tareas unida a las frustraciones, insatisfacciones y a la falta de entendimiento con otros miembros de la comunidad educativa (colegas, padres y alumnos) puede desencadenar en los profesores alteraciones como: fatiga, descenso de la concentración y del rendimiento, ansiedad, insomnio, trastornos digestivos, etc. En ocasiones la presión ocupacional golpea al profesor con tanta fuerza que desequilibra su organismo y consume su energía. Este desgaste nos lleva a pensar en el síndrome de agotamiento profesional (“síndrome del quemado”, en inglés burnout) que se manifiesta en el cansancio psicofísico y en el abatimiento. Los profesores que padecen este problema pueden experimentar cambios a nivel cognitivo (dificultad para mantener la atención, ideas de que son atacados por compañeros o alumnos, etc.), en el plano emocional (tristeza profunda, irritabilidad...) y en la conducta (consumo de tóxicos, abandono del trabajo, etc.).





Fuentes de malestar docente





A veces en los profesores se da malestar, aunque no desemboque en agotamiento profesional propiamente dicho. Veamos algunas de las fuentes más comunes de esta insatisfacción:





- Inquietud e incertidumbre ante el futuro legislativo.- El cambiante marco normativo que en materia educativa se ha producido en los últimos años genera desasosiego en un considerable sector del profesorado, al tiempo que supone un sobreesfuerzo por la adopción de nuevas estrategias de adaptación. En este punto invocamos los principios de libertad y responsabilidad que han de guiar la labor educadora. Es menester que el profesor asuma sus propias decisiones. El respeto a la ley debe armonizarse con propuestas e iniciativas autónomas basadas en fundamentos psicopedagógicos sólidos.





- Merma del prestigio social.- De un tiempo a esta parte la imagen del profesorado se ha ido devaluando. Por un lado, algunas informaciones periodísticas han ofrecido un enfoque conflictivo de los educadores. Por otro, se han debilitado las relaciones entre padres y profesores, hasta el punto de que a veces parece que están enfrentados. Quizá se han depositado demasiadas expectativas en la escuela olvidando la responsabilidad y el impacto formativo de otras instituciones y se culpa del “fracaso educativo” al profesorado.





- Las conductas antisociales de algunos alumnos.- Hay casos en los que la situación se vuelve insostenible y algunos profesores que son objeto de desafíos, amenazas y aun agresiones temen ir al centro.





- El sistema de promoción y la remuneración no son del agrado de todos. A esto hay que añadir que algunos docentes trabajan con contratos precarios y carecen de la mínima estabilidad laboral.





- Formación psicopedagógica insuficiente.- La preparación del profesorado ha de trascender la mera instrucción para convertirse en un proceso humanizador integral, en el que se armonice la ciencia con la ética, el dominio técnico con la capacidad de relación interpersonal.





Los factores mencionados no agotan la relación de causas de problemas que presentan los profesores. Tampoco hay que olvidar que el impacto de las situaciones y condiciones laborales depende en amplia cuantía de la personalidad de cada docente. Los profesionales más propensos a padecer trastornos psíquicos son los que presentan inclinación a competir, alto nivel de aspiraciones, inseguridad, sentimientos de culpa y baja autoestima. Los profesores que sufren estrés o depresión pueden ignorar su problema, incluso puede ocurrir que una exploración demasiado centrada en el plano corporal no descubra la verdadera dolencia.





La actividad educativa se realiza a través de la relación humana, que comporta a un tiempo enriquecimiento personal y compromiso emocional. Es innegable que el trato con el educando puede reportar muchas alegrías, pero igualmente cierto es que la comunicación con el alumno conduce a veces a la frustración y la ansiedad. Hay profesores que se ponen un escudo para protegerse y que se suele traducir en rigidez e inhibición, otros enferman ante los conflictos interpersonales y las múltiples responsabilidades. Los más afortunados, acaso porque en ellos se combina competencia social y condiciones laborales adecuadas, encuentran en la profesión un cauce óptimo para la autorrealización.





Aunque no se llegue a la quiebra de la salud mental, lo que sí se observa en un significativo número de profesores es una acumulación de malestar que lleva a vivir la actividad educativa como una tarea de tonalidad gris, despojada de sus radicales placenteros. La vida profesional, convertida en mera vía de subsistencia, pierde su sentido y, en consecuencia, disminuye la calidad de la educación.





Prevención de la insatisfacción laboral





La satisfacción laboral es necesaria para que cualquier trabajador se entusiasme con la tarea y rinda. En el caso de los educadores, el bienestar, además de fuente de salud, se proyecta sobre los alumnos. Los profesores que están a gusto con su labor infunden en los escolares un estado de ánimo favorable para la actividad fecunda. Proponemos seguidamente algunas pautas preventivas del malestar docente:





- Disponer de un proyecto educativo que haga crecer como personas y profesionales. Dar entrada en el mismo a la participación de los demás. El espíritu de comunidad refuerza la energía vital y protege la personalidad.





- Aprender a disfrutar de pequeños logros, así como a advertir nuevos y buenos matices en la cotidianidad.





- Programar y aprovechar los períodos vacacionales, para salir del circuito de tensión y reincorporarse al trabajo con fuerzas renovadas. Adquiere gran importancia la utilización saludable del tiempo libre diario y de los fines de semana.





- Entre las medidas protectoras del malestar no pueden faltar tampoco la dieta equilibrada, la actividad física, la relajación muscular, la actitud mental positiva, etc.





- Intercambiar experiencias y opiniones con los colegas. La comunicación y las relaciones personales presididas por la cordialidad neutralizan los aspectos negativos del trabajo. El aislamiento a que a veces propende el profesor no hace sino acrecentar los problemas.





- Poner una nota de creatividad en lo que se realiza. La actividad educativa es susceptible de innovación. Es verdaderamente lamentable el caso de algunos docentes que, apoyándose en unos apuntes amarillos y desgastados, se limitan a repetir curso tras curso los mismos contenidos.





No se pase por alto en este paquete de propuestas el relevante papel que juega el centro educativo en su conjunto. El clima institucional de confianza, seguridad, respeto y valoración es una de las mejores vacunas contra el malestar, así como uno de los principales impulsores del crecimiento individual y colectivo. El apoyo de la organización, tanto en el plano del reconocimiento profesional como en el de las retribuciones, constituye un objetivo perentorio para garantizar la adaptación laboral y el equilibrio personal de los docentes.





Valentín Martínez-Otero Pérez





Doctor en Psicología y en Pedagogía. Profesor de la Universidad Complutense y del Centro de Enseñanza Superior “Don Bosco”





lunes, 14 de noviembre de 2011

Bestiario Criptozoológico









http://ivancorreaphoto.carbonmade.com/


http://ivancorrea.carbonmade.com/



Esta serie inicialmente fue desarrollada como una colección de aguafuertes y multitud de bocetos en los que estudiaba la morfología de una leyenda rural, el Chupacabras. Pero pronto este lenguaje gráfico fue sustituido por el fotográfico, consiguiendo resultados interesantes mediante el fotomontaje (este cambio técnico marcó fuertemente mi forma de trabajar, haciéndome llevar el mundo del dibujo y de la gráfica al campo fotográfico).



En mi Bestiario Criptozoológico, creaba híbridos (inspirado en la obra de Joan Fontcuberta) con los que reflexionaba sobre la creación de mitos a partir de imágenes impactantes, haciendo referencia a los bestiarios y los libros de historia natural. También, planteaba una visión del hombre como seria amenaza para la naturaleza, y creaba un discurso sobre la defensa del mundo animal (tema muy presente en Homo Verres, aunque de manera subyacente). Los animales que representaba estaban suspendidos en algún tipo de líquido, intentaba producir cierta inquietud mediante la dualidad movimiento-estatismo, jugando con las proporciones y la percepción.



Creo muy interesante proponer a mis futuros alumnos ejercicios relacionados con este tipo de obra, con el que poder aprender sobre la morfología animal y poner a prueba su originalidad. Otro tipo de práctica podría estar relacionada con la hibridación de dibujo-fotografía, haciendoles ver que las nuevas tecnologías estan a disposición de su creatividad. Quizás proponga este tema como proyecto Fin de Master.

Vigorexia






http://ivancorreaphoto.carbonmade.com/projects/2358809#1



En Vigorexia, realizo autorretratos en los que me meto en la piel de los obsesionados por el culto al cuerpo, los vigoréxicos. Creo personajes con diferentes fisionomías, conseguidas gracias a entrenamientos y esquemas de iluminación diferentes. En esta serie reflexiono sobre la locura, investigo sobre individuos que sobrepasan los límites y ponen en peligro su salud, pero lo hago de una forma sarcástica y crítica. A su vez, me pongo a prueba como actor y modelo, aprendiendo sobre poses y gestos. A la hora de crear los personajes estaba muy influenciado por el cine (con películas como Rocky (1976) John de G.Avildsen o The Wrestler (2008) de Darren Aronofsky) y los artistas de la lucha libre.



Una de las mayores dificultades que planteaba ésta auto exigencia, eran las lesiones que conllevaban un entrenamiento extremo, algunas de las más destacables son: quiste en la palma de la mano, vertebra desplazada, numerosas tendinitis en hombros y trapecios, y serios problemas de espalda. A su vez, estos parones obligados condicionaban la toma de fotografías, ya que algunas lesiones requerían meses de reposo, lo que suponía otro mes más para coger la forma exigida, con el riesgo de recaer.



Con la serie Vigorexia intento críticar el narcisismo de la sociedad actual que se esta extendiendo en diferentes formas, algunas de ellas muy peligrosas. No se si este tipo de obra puede aportar algo a alumnos de bachillerato, pero si que podría hablarles del autorretrato, el artista como actor y como crítico de problemáticas sociales, ya que conozco muchos referentes sobre el tema. Creo que estos conocimientos podrían cambiar la visión que tienen del artista, haciendo que valoren el porqué de la obra, que denuncian, y como lo llevan a cabo. No propondría ningún ejercicio relacionado con estas prácticas artisticas, ya que podría ser peligroso para gente si una personalidad bien formada, pero si propondría alguna reflexión escrita o algún debate sobre algún artista en concreto.



Homo Verres










http://vimeo.com/30435509



http://ivancorreaphoto.carbonmade.com/



Homo Verres es una serie de fotografías digitales de carácter surrealista. En esta serie de autorretratos creo una iconografía muy personal, en la que la sensación de inquietud, misterio y tensión está muy presente. A su vez, he desarrollado un mundo onírico con una estética original en el que reflexiono sobre problemáticas tan diversas como la naturaleza violenta e instintiva del ser humano, el inconsciente, el concepto del doble y lo siniestro. Mediante estas ambiguas escenas de difícil interpretación, intento conectar imágenes de una de las partes menos accesibles de nuestra mente.




En algunas de las imágenes de la serie Homo Verres empleo esquemas compositivos o iconografías que recuerdan pinturas de tema mitológico, o religioso, haciendo dialogar mundos tan distantes en el tiempo como la fotografía digital y la pintura renacentista. El tratamiento digital de la imagen es una de las acciones más decisivas en la realización de este tipo de obra, ya que su aspecto cambia totalmente de la fotografía original. Si se compara con las posibilidades de la pintura, el trabajo con el ordenador brinda una enorme oportunidad para crear nuevas imágenes. Intento aprovechar todos mis conocimientos como dibujante y grabador, para sacar el mejor partido de los medios digitales, y conseguir así imágenes que no se podrían concebir sin tener un profundo conocimiento de las áreas tradicionales del arte. El tratamiento digital de la imagen es uno de las claves de la obra; pero a su vez, la tradición pictórica está muy presente en las mismas, pudiendose observarse claros guiños a artistas como El Bosco, Goya o Max Ernst.





El impacto de la imagen se centra principalmente en la inquietud que genera la máscara de cerdo del protagonista. La fuerza sugestiva de la máscara como elemento artístico nos transporta a un tiempo prehistórico, regresando, a los orígenes de la humanidad; en un prodigioso viaje que nos llevará a un lugar mítico donde, durante algún tiempo, se dieron ciertos modos de vivir que el hombre ha perdido para siempre. En este viaje las localizaciones tienen gran importancia, pudiéndonos encontrar con pozos, extraños conductos, bosques irreales, etc… que otorgan a la serie un ambiente inquietante y misterioso. Con las máscaras, le doy un claro punto de teatralidad a la obra. La máscara envuelve al espectador en un juego de identidades aparentemente inocente, infantil, pero este juego choca fuertemente con el sentido de algunas imágenes.





Muy inspirado por el cine de David Lynch, intento crear una compleja narración críptica. Cuando enlazo imágenes aparentemente inconexas, lo que hago es obligar al espectador a situarse en otro nivel de comprensión, otro estado diferente al requerido en una narración convencional. El espectador se perderá en varias subtramas en las que se intuyen historias de violencia. El objetivo principal de la obra es crear la inquietante extrañeza en el espectador, introduciéndole en un mundo onírico en el que podrá reflexionar sobre los conceptos antes citados.




Obviamente, hay muchos elementos violentos que no podría mostrar a mis futuros alumnos, pero creo que el haber profundizado en un proyecto artístico de este tipo, me hará centrarme en prácticas relacionadas con la fotografía en la naturaleza, las intervenciones en espacios y el arte surrealista. Puedo aportar muchos referentes relacionados con estos temas, ya que cuando realicé el proyecto (que duro tres años) almacené y organice cientos de imágenes relacionadas con estas prácticas artísticas. Creo que es un campo de estudio muy rico, que puede aportar al alumno otra visión sobre el arte, poniendo a prueba su creatividad con elementos simples que están a su alcance. En estas prácticas el alumno debería buscar en la naturaleza elementos donde poder intervenir, y contar en pocas de imágenes una historia. Tal vez sería más interesante proponer este trabajo como colectivo, para compartir ideas y crear imágenes más complejas.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Introducción

En mi opinión, el tipo de obra que realices influirá en el tipo de clases de Plástica que impartirás en un futuro. Estoy muy interesado por la imagen digital y su hibridación con el dibujo, quizás en un futuro mis clases vayan más orientadas a hacer prácticas con estas técnicas, que a otros tipos de ejercicios más comunes. Entiendo que el alumno necesita aprender ciertos conocimientos y que debemos adaptarnos al currículum que la ley nos obliga a impartir, pero creo que si el profesor tiene gran motivación por lo que esta enseñando, las clases serán de mayor calidad. Si el profesor ama lo que hace y cree en ello será capaz de transmitir ese conocimiento con mucha más eficacia.

Este es un tema sobre el que podemos reflexionar y más en una asignatura en la que los contenidos pueden ser tan modificables. ¿Es beneficioso para el alumno modificar el currículum en la asignatura de Artes Plásticas? ¿Es egoísta centrarte como profesor en los temas que más te interesan?





Para que podais conocerme un poco mejor, creo muy conveniente mostrar mi obra artística. Mis tres series más importantes dicen mucho sobre mí personalidad y sobre mis preocupaciones. A continuación hablaré de las series Homo Verres, Bestiario Criptozoologico y Vigorexia.


http://www.ivancorreaphoto.carbonmade.com/

Bienvenidos a mi mundo